1914. La primera Gran Guerra: un paso adelante y otro hacia atrás
Los efectos de la I Guerra Mundial (1914-1919) en el ámbito de las carreteras fueron nefastos en toda Europa. Incluso para España, que no llegó a tomar parte en el conflicto. Hasta el comienzo de la contienda, los costes de construcción se habían mantenido en nuestro país. Sin embargo, la guerra tuvo un efecto fuertemente inflacionista, provocando graves consecuencias en el sector del transporte. Una de ellas, poner al descubierto la crisis del ferrocarril, que venía larvándose años atrás y que en esos momentos ya no puede ocultarse más. Las empresas del sector se vienen abajo al no poder cubrir el aumento de costes con la subida de las tarifas. Fue el fin del monopolio ferroviario.
Para la industria del automóvil, sin embargo, la guerra trae consigo un importante avance tecnológico. Los coches perfeccionan sus sistemas a un ritmo imparable y, en lógica consecuencia, las infraestructuras viarias, ya de por sí mediocres, se alejan cada vez más de los estándares de calidad que demandan los automóviles.








